¿Y POR QUÉ HA SIDO DENUNCIADO?
Por no pagar un encargo.
Fabrizio es conocido en la prensa del corazón por ser hijo adoptivo del desaparecido escritor José Luis de Vilallonga e hijo biológico de la segunda mujer de éste, Syliane Stella. De hecho, se benefició de la popularidad de sus padres para vender su boda, una boda absurda en Ibiza con Lucía Montojo, la autora del libro "El callejón de la muerte" y a quien me gusta leer semanalmente en La Razón, ya que sus entrevistas son amenas y distintas, como ella misma.
Syliane, una mujer que a pesar de haber estado casada con un millonario y luego con José Luis de Vilallonga, siempre ha sido muy trabajadora y una gran relaciones públicas. Es muy raro que alguien hable mal de ella, ha tenido sus negocios relacionados con la hostelería y han funcionado porque ella ha estado al pie del cañon, cada día y cada noche. Cuando se separó, se fue a vivir a Palma de Malllorca y durante un tiempo vivió con su hijo Fabrizio. Pero él apoyó a su ex marido y se fue de la isla. Sé que hubo un problema gordo entre madre e hijo que ella nunca ha querido desvelar porque le quiere, pero durante muchos años, Fabrizio estuvo sin hablar a su madre cuando fue él quien no sé portó nada bien con ella.
Una vez que se separó de Lucía Montojo, se enamoró de Cristina Frontera y se instalaron en Palma. Actualmente, tienen dos negocios en la ciudad: la discoteca “Art Deco” y el restaurante "Variadito". Muchos comentarios me han llegado sobre cómo actúan y se comportan ambos con los empleados, pero por fin tengo pruebas, la denuncia que muestro abajo. Lo hago porque Carlos Alberto Di Croce es un trabajador que se gana legalmente la vida con su trabajo y según cuenta en la denuncia, no sólo Fabrizio Pastor (como se llama realmente) no le paga, sino que además fue presuntamente intimidado por tres hombres que trabajan para él.
Carlos, el denunciante, declara que fue contratado por Cristina Frontera para hacer unas tarjetas gráficas para los dos negocios. La factura asciende a 1.700 euros, los cuales no pagaron. Al no ponerse en contacto con él, Carlos se presentó en el restaurante y Fabrizio le dio una pequeña cantidad para callarle la boca. A los dos meses acudió de nuevo, pero esta vez a la discoteca con la intención de reclamar su dinero. Al ver que no le pagaban, Carlos dijo que pegaría fuego al local. Fabrizio se asustó y le puso en contacto con su administrador, con el que quedó en el restaurante “Capuccino”. Una vez allí, Carlos recibió una llamada. Le dijeron que saliese del restaurante y que se subiera a un coche en el que se encontraban tres individuos (Julio, El Cubano y El Rumano), según el denunciante. Uno de ellos, Julio, le dijo: "A nosotros nos ha mandado darte una paliza Sebastián (el administrador), pero como tú eres un trabajador no te vamos a hacer nada, pero te advertimos de que no vayas a molestar ni a la discoteca, ni al restaurante, si no te tendremos que pegar porque a nosotros nos pagan para esto, pero es poco dinero y no te vamos a hacer nada, pero no sigas reclamando el dinero”.
Ya lo he dicho al principio, me habían llamado en muchas ocasiones para decirme cómo actúa Fabrizio en Palma y qué medios utiliza con sus trabajadores, pero hasta que no he tenido en mis manos esta denuncia, no he querido contarlo. Ahora tendrá que ser un Juez el que averigüe si todo esto es cierto, pero Carlos está desesperado por no cobrar.
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Denuncias (click para ampliar imágenes)
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Foto 1: José Luis de Vilallonga
Foto 2: Syliane Stella
Fotos 3, 4 y 5: Denuncia
Lydia Lozano
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