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¿Y POR QUÉ LA CANTANTE NO FUE DETENIDA AL BAJARSE DEL AVIÓN?
¡¡¡Porque tuvo suerte de volar con una compañía española!!!
Sí, es cierto. Si la tonadillera hubiese volado con una línea aérea americana, no sólo habría sido detenida, sino que tendría que haber pagado una gran multa por saltarse las normas.
Hace poco, la cantante pasó una larga temporada en Méjico grabando un disco (eso dicen) y para regresar de nuevo a España, lo hizo desde Cancún.
Una vez en el avión, en clase preferente, iba acompañada de su último asistente personal, que no su novio, como han querido dar a entender, malagueño, de nombre, José Antonio. Mientras que los auxiliares de vuelo estaban realizando las indicaciones de las salidas de emergencia y demás, la cantante se agarraba a su medalla, al mismo tiempo que gritaba: “¡¡Dios no lo quiera, Dios no lo quiera", por lo que todo el mundo se percató de que volaban en el mismo avión que La Pantoja.
El azafato, según mi confidente, seguía con su trabajo y La Panto le pregunta: “Niño, ¿el comandante fuma?". Lógicamente, el auxiliar se quedó muerto y le dijo que no. Y ella muy pesada insistía: “Pues necesito fumar, estoy muy nerviosa”. Pero después de poner en un aprieto al simple trabajador, ella no se corta un pelo y se pone a fumar con toda su cara en su propio asiento. Al rato, vino su asistente y le entrega al azafato un vaso de plástico con agua y la colilla dentro. ¡Con dos narices!
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A pesar de haberse saltado las normas y hacer lo que le da la gana porque para eso es Isabel Pantoja, continúa dándole el pestiño al pobre azafato y le pide una tila, al mismo tiempo que continúa diciendo y dando golpecitos con las manos de la cajetilla al mechero gritando: “Necesito fumar, necesito fumar, estoy muy nerviosa”. Al final, le sirvieron la manzanilla y de nuevo gritó: “Niño, ¡¡esto no es tila, es una manzanilla!! La tila para los nervios, la manzanilla para el estómago”. "Lo siento, Isabel, no tenemos tila", le respondió el auxiliar. A lo que ella contesta: “Pues si no hay tila, déjame fumar”.
El auxiliar le dijo de muy buenas formas que estaba prohibido y que debería saberlo. Estaba a punto de estallar, pero mantuvo el tipo y trató a la artista con toda la educación del mundo.
Isabel Pantoja, ni pensó en lo que le podía pasar al encargado de la zona business, ni en el pasaje, ni mucho menos en las leyes porque por fumar en un avión puedes ser detenido nada más bajar de él. Y porque "ella lo vale", se metió en el cuarto de baño y se fumó tranquilamente un cigarrillo. Por supuesto, saltaron las alarmas y tuvo la gran suerte que el comandante no se percató y rápidamente fueron apagadas. Al salir, le dijo al auxiliar: “Niño, que te invito a mi próximo concierto”.
Pero qué caradura tiene, qué lástima que no hubiese volado en una compañía americana, que no la conociese nadie y se hubiese dado cuenta lo que supone saltarse las normas.
Mientras me contaban esta anécdota de la artista, estaba presente un amigo mío que había sido hace ya años auxiliar de vuelo de Iberia y me contó que un día llevó a Isabel Pantoja. Cree recordar que era un vuelo corto Málaga-Madrid y ésta iba en compañía de su madre doña Ana. Mi amigo se quedó alucinado cuando vio que la cantante se sentaba en primera y su madre iba en turista.
"¡Qué vergüenza!", me comentaba,"no solamente había plazas de sobra en primera, sino que me quedé asombrado cuando vi que dejaba a su madre en turista y ella se sentaba en primera, cuando cualquiera hubiera dejado siempre a su madre que fuese más cómoda. Pero, ahí no termina la cosa, se acerca y me dice: “Niñoooo, a ver si consigues dos asientos juntos para poder ir con mi madre”. Y siiiiiiii, dicho y hecho, mi amigo le dijo: “Isabel, ya los tengo dos asientos juntos detrás de la cortina”. Jajajajajajajajaja, le dí los dos asientos pero en turista y la cantante no se levantó para estar con su madre, sino que pasó completamente de ella por viajar en primera.
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Siento este post por los fans de Isabel Pantoja. Ella canta muy bien, pero es arrogante, soberbia y tremendamente egoísta.
Lydia Lozano
www.lydialozano.es
Foto1: images.google.es Foto 2: media.photobucket.com Foto 3: images.google.es
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¿Y POR QUÉ LA CANTANTE NO FUE DETENIDA AL BAJARSE DEL AVIÓN?
¡¡¡Porque tuvo suerte de volar con una compañía española!!!
Sí, es cierto. Si la tonadillera hubiese volado con una línea aérea americana, no sólo habría sido detenida, sino que tendría que haber pagado una gran multa por saltarse las normas.
Hace poco, la cantante pasó una larga temporada en Méjico grabando un disco (eso dicen) y para regresar de nuevo a España, lo hizo desde Cancún.
Una vez en el avión, en clase preferente, iba acompañada de su último asistente personal, que no su novio, como han querido dar a entender, malagueño, de nombre, José Antonio. Mientras que los auxiliares de vuelo estaban realizando las indicaciones de las salidas de emergencia y demás, la cantante se agarraba a su medalla, al mismo tiempo que gritaba: “¡¡Dios no lo quiera, Dios no lo quiera", por lo que todo el mundo se percató de que volaban en el mismo avión que La Pantoja.
El azafato, según mi confidente, seguía con su trabajo y La Panto le pregunta: “Niño, ¿el comandante fuma?". Lógicamente, el auxiliar se quedó muerto y le dijo que no. Y ella muy pesada insistía: “Pues necesito fumar, estoy muy nerviosa”. Pero después de poner en un aprieto al simple trabajador, ella no se corta un pelo y se pone a fumar con toda su cara en su propio asiento. Al rato, vino su asistente y le entrega al azafato un vaso de plástico con agua y la colilla dentro. ¡Con dos narices!.
A pesar de haberse saltado las normas y hacer lo que le da la gana porque para eso es Isabel Pantoja, continúa dándole el pestiño al pobre azafato y le pide una tila, al mismo tiempo que continúa diciendo y dando golpecitos con las manos de la cajetilla al mechero gritando: “Necesito fumar, necesito fumar, estoy muy nerviosa”. Al final, le sirvieron la manzanilla y de nuevo gritó: “Niño, ¡¡esto no es tila, es una manzanilla!! La tila para los nervios, la manzanilla para el estómago”. "Lo siento, Isabel, no tenemos tila", le respondió el auxiliar. A lo que ella contesta: “Pues si no hay tila, déjame fumar”.
El auxiliar le dijo de muy buenas formas que estaba prohibido y que debería saberlo. Estaba a punto de estallar, pero mantuvo el tipo y trató a la artista con toda la educación del mundo.
Isabel Pantoja, ni pensó en lo que le podía pasar al encargado de la zona business, ni en el pasaje, ni mucho menos en las leyes porque por fumar en un avión puedes ser detenido nada más bajar de él. Y porque "ella lo vale", se metió en el cuarto de baño y se fumó tranquilamente un cigarrillo. Por supuesto, saltaron las alarmas y tuvo la gran suerte que el comandante no se percató y rápidamente fueron apagadas. Al salir, le dijo al auxiliar: “Niño, que te invito a mi próximo concierto”.
Pero qué caradura tiene, qué lástima que no hubiese volado en una compañía americana, que no la conociese nadie y se hubiese dado cuenta lo que supone saltarse las normas.
Mientras me contaban esta anécdota de la artista, estaba presente un amigo mío que había sido hace ya años auxiliar de vuelo de Iberia y me contó que un día llevó a Isabel Pantoja. Cree recordar que era un vuelo corto Málaga-Madrid y ésta iba en compañía de su madre doña Ana. Mi amigo se quedó alucinado cuando vio que la cantante se sentaba en primera y su madre iba en turista."¡Qué vergüenza!", me comentaba,"no solamente había plazas de sobra en primera, sino que me quedé asombrado cuando vi que dejaba a su madre en turista y ella se sentaba en primera, cuando cualquiera hubiera dejado siempre a su madre que fuese más cómoda. Pero, ahí no termina la cosa, se acerca y me dice: “Niñoooo, a ver si consigues dos asientos juntos para poder ir con mi madre”. Y siiiiiiii, dicho y hecho, mi amigo le dijo: “Isabel, ya los tengo dos asientos juntos detrás de la cortina”. Jajajajajajajajaja, le dí los dos asientos pero en turista y la cantante no se levantó para estar con su madre, sino que pasó completamente de ella por viajar en primera.
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Siento este post por los fans de Isabel Pantoja. Ella canta muy bien, pero es arrogante, soberbia y tremendamente egoísta.
Lydia Lozano
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