BODA DE MARISA JARA Y CHENTE ESCRIBANO

¿Y POR QUÉ SE CASARON EN IBIZA?

Porque al no poder celebrar el enlace en Acapulco, debido a la grave enfermedad que atraviesa la madre de Marisa Jara, decidieron no hacer un viaje tan largo para contraer matrimonio.

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La modelo y actriz Marisa Jara, conocida también por sus anteriores relaciones con Joaquín Cortés o Manu Tenorio, empezó a salir con el empresario Vicente Escribano hace tan sólo unos meses. Chente, apodo por el cual es conocido, tiene doble nacionalidad, ya que ha vivido muchos años en España, pero también en México, donde su padre era representante de González Byass.
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Entre la pareja surgió un auténtico flechazo y al poco tiempo de conocerse, Chente le pidió matrimonio a la bellísima Marisa Jara.
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El enlace tuvo lugar el pasado sábado en la Ermita de la Madre de Dios del Carmen de Ibiza, hasta donde llegó la modelo luciendo un vestido de Rosa Clará, creo que el más bonito que he visto hasta ahora de dicha diseñadora, sobre todo porque ha sido el traje de novia más apropiado para la ceremonia y para el lugar donde lo celebraron. Las damas de honor iban vestidas por la misma diseñadora, también muy guapas, aunque a mí particularmente el color mostaza no me parecía el más favorecedor.

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Dentro de la ermita, destacó la presencia de un coro rociero encargado de cantar durante toda la ceremonia.
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Más tarde, ya convertidos en marido y mujer, ofrecieron a los invitados un cóctel de bienvenida, otro más sustancioso con sushi y brochetas de pollo y solomillo y por último, una cena al aire libre de dos platos y postre. Para mi gusto, la comida fue excesiva, pero el lugar era realmente impresionante. Me refiero al Hotel Atzaro, el mismo en el que se casó Fonsi Nieto con Ariadne Artiles.
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Terminamos de cenar sobre la una y media de la madrugada, pero yo no miraba el reloj, pues me senté con una de mis mejores amigas, Meye, con su adorable novio y con Juan Valderrama y su mujer, Rosa Peña; por lo que realmente disfruté. Juan no paró de contarnos anécdotas del programa de radio en el que trabaja (nada menos que con Carlos Herrera, al que imita genial), de toreros y las que más me gustaron: las de Lola Flores, además de relatarnos la amistad y admiración que sentía su padre, Juan Valderrama, por ella. Juan abrió el baile de los novios con un bolero que grabó con Ana Belén, titulado "Envidia". Pero como los novios no se arracaron porque estaban escuchando atentamente la letra, fue José Miguel Fernández Sastrón, ex de Simoneta Gómez-Acebo, el encargado de hacerlo acompañado por un bellezón.

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Anita Obregón lució un traje azul y acudió sola, habiéndose acostado la noche anterior a las once de la mañana, ya que se lo había pasado genial en Pachá. Cuando me vio, muy cariñosa me dijo: “Lydia, ¿cómo estás?”. “Genial” contesté y ella me dijo riéndose: “Yo fatal, me he tenido que tomar tres ibuprofenos”. A lo que yo le contesté: “Jajajaja y un germinal en vena porque tienes muy buena cara”. Ana estuvo toda la noche detrás del protagonista de la tercera temporada de “Sin tetas no hay paraíso”, Manolo Cardona. También acudió el Gato, que es muy divertido y nos contó numerosas anécdotas de la serie, enredaba mucho con las modelos que estaban en la boda.

Álvaro Muñoz-Escassi, al que le gusta un famoso más que a un tonto un lápiz, estuvo toda la boda detrás de Blanca Romero que acudió con su hija Lucía, guapísima y encargada de llevar las arras. Escassi me estuvo contando muchas cosas de “Supervivientes” que no ha contado en televisión. Entre ellas, me dijo que le hicieron la vida imposible y que favorecieron mucho a Yolanda, la ex de Rafael Amargo.

La que me impresionó gratamente fue Fiona Ferrer, la joven que contrajo matrimonio con Jaime de Polanco en Tenerife, que salió su boda en el Hola y que yo hable aquí, en el blog de ella. Es encantadora, mucho más mona al natural e incluso con mucho sentido del humor. En cambio su marido, no saludó a ninguno de los que iban conmigo, ni a mí tampoco.

Cuando ya todos estábamos bailando con la “música de politonos”, la que me gustan bailar a mí, salieron más de diez mariachis. Chente, vestido como si fuera uno de ellos, y todos los demás, nos arrancamos con rancheras, a cada cual más bonita.

Me retiré a las cuatro de la mañana porque el Hotel Atzaro estaba muy lejos del mío y yo estaba rendida, ya que al mediodía me fui a comer a la playa con unos amigos que viven en la isla. Pero al día siguiente en el avión, me contaron muchos invitados que me perdí lo mejor, ya que Juan Peña y Juan Valderrama se arrancaron a cantar flamenquito y se lió la juerga hasta el amanecer.

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No me quiero despedir sin contaros que lo peor de la boda fueron los guardaespaldas que intentaron evitar con linternas que se tomaran instantáneas de la pareja para proteger la exclusiva, ya que los novios la han vendido a la revista Hola. El hecho de vender la exclusiva me parece muy bien, pero hay que enseñar y educar a los guardaespaldas, los cuales parecían haber salido de una película de Tarantino.

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Por cierto, el viernes en el Casino de Aranjuez, Elisabeth Reyes desfilará vestida de novia, acompañada de Gonzalo Miró con traje de novio de alta costura italiana.

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Lydia Lozano

www.lydialozano.es